San Inazio eguna

San Ignacio

Celebramos hoy la festividad de uno de los grandes enamorados del Evangelio de Jesús de Nazaret; San Ignacio de Loyola. Dejando su casa, su familia, su tierra vasca, su vida cómoda y palaciega, Ignacio consagró todas sus energías a la predicación del Evangelio.

Nació en Loiola en 1491. Resultó herido en la defensa del castillo de Pamplona. Durante la convalecencia en su casa natal se produjo en él una extraordinaria transformación religiosa que le llevó a consagrar toda su vida a Dios. Se dirigió en peregrinación a Tierra Santa pasando por Arantzazu y Montserrat. En la cueva de Manresa escribió el que llegaría a ser el famoso libro de “Los Ejercicios Espirituales”. Fundó la Compañía de Jesús. Murió en Roma el 31 de julio de 1556. Es patrono de Bizkaia y de la Diócesis de Bilbao.

Nosotros nos gloriamos de tener un vasco así. Esa es la razón de que estemos celebrando esta festividad. ¿Podrá él gloriarse de nosotros? ¿Verá él en nosotros el mismo espíritu evangélico que presidió toda su vida a partir de la conversión? Su lema era “todo a la mayor gloria de Dios” (Ad Maiorem Dei Gloriam). ¿Es ese también nuestro lema? Lo será:

  1. Si realizamos los trabajos que suponen nuestra actividad  ordinaria con toda la perfección posible desde el punto de vista técnico. No tiene ningún sentido decir que realizamos nuestros trabajos a la mayor Gloria de Dios si son técnicamente auténticas chapuzas.
  2. Si ponemos todo nuestro corazón en lo que hacemos impregnándolo de espíritu de servicio a los demás. Carecería de sentido hablar de la Gloria de Dios si nuestros comportamientos fueran injustos, vanidosos y carentes de todo sentido comunitario.
  3. Si con nuestro proceder e ideas sembramos la paz en el mundo y de modo especial en nuestro pueblo expuesto a revanchismos y tensiones.
  4. Si cooperamos a que los demás realicen su propia personalidad dentro de un proyecto común de convivencia.
  5. Si trabajamos para que Dios sea presente en nuestra sociedad como la fuerza que anime sus mejores empeños.

Si vivimos así, podremos decir que lo que hacemos lo hacemos a la mayor gloria de Dios. Hoy San Ignacio nos animaría a algo que para él fue su guía, tanto en su vida como en sus afanes apostólicos y muy conforme con su talante militar. Nos diría que nos dejemos conquistar por Cristo”. A lo largo de sus famosos ejercicios espirituales aclara la idea. Dejarnos conquistar por Cristo para ofrecer a este Rey toda nuestra persona y toda nuestra fatiga; para hacer todo a su mayor servicio y alabanza, imitándole en soportar también injurias, desprecio, pobreza; para vivir con la vista puesta en Él.

Animados por las palabras del santo y con su formidable conversión, aprovechemos la misericordia de Dios para adelantar en nuestra renovación interior y para practicarla con quienes conviven con nosotros.

Si seguimos estas ignacianas orientaciones su fiesta alcanzará todo el valor religioso que le corresponde. Habrá servido para mostrar que nuestra devoción hacia él es la expresión de una firme voluntad de imitarle en su fidelidad a Jesús y al Evangelio.

Pedro Sáez

SAN INAZIO MARTXA

Iñazio gure patroi aundia
Jesusen Konpañia, fundatu eta dezu armatu,
ez da, ez, etsairik jarriko zaizunik
iñolaz aurrean gaurko egunean,
naiz betor, Luzifer deabrua,
utzirik infernua.
 
Zure soldaduak dirade aingeruak,
zure gidaria da Jesus aundia.
 
Garaitu ditu zure Konpañia, etsaiak.
Ez dauka fedeak, ez kristau nereak,
ez dauka bildurrik iñungo aldetik.
 
Iñazio or dago, beti ernai dago,
armetan jarria dauka Konpañia,
txispaz armaturik, bandera zabalik,
gau ta egun guk guztiok pakea dezagun,
beti gau eta egun.