Ser felices con lo fundamental

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REFLEXIÓN «LA CONTRA». EL DOMINGO Nº 1201. 12 de diciembre de 2021.

Se cuenta que el siglo pasado, un turista americano fue a la ciudad de El Cairo, Egipto, con la finalidad de visitar a un famoso sabio. El turista se sorprendió al ver que el sabio vivía en un cuartito muy simple y lleno de libros. Las únicas piezas de mobiliario eran una cama, una mesa y un banco.

  • – ¿Dónde están sus muebles? -preguntó el turista.
  • Y el sabio, rápidamente, también preguntó:
  • – ¿Y dónde están los suyos…?
  • – ¿Los míos? -se sorprendió el turista- ¡Pero si yo estoy aquí solamente de paso!
  • – Yo también… -concluyó el sabio.

“La vida en la tierra es solamente temporal… Sin embargo, algunos viven como si fueran a quedarse aquí eternamente y se olvidan de ser felices”. Y ten en cuenta: Al final de tu vida…

  1. Dios no te preguntará qué modelo de coche tenías; te preguntará a cuánta gente ayudaste.
  2. Dios no te preguntará los metros cuadrados de tu casa; te preguntará a cuánta gente recibiste en ella.
  3. Dios no te preguntará la marca de la ropa de tu armario; te preguntará a cuántos ayudaste a vestirse.
  4. Dios no te preguntará cuál era tu sueldo; te preguntará si vendiste tu conciencia para obtenerlo…
  5. Dios no te preguntará cuál era tu título; te preguntará si hiciste tu trabajo bien y con honestidad.
  6. Dios no te preguntará cuántos amigos tenías; te preguntará cuánta gente te consideraba su amigo.
  7. Dios no te preguntará en qué vecindario vivías; te preguntará cómo tratabas a tus vecinos.
  8. A Dios no le importará el color de tu piel; le interesará la pureza de tu alma…
  9. Dios no te preguntará por qué tardaste tanto en buscar la Salvación; te llevará con amor a tu casa en el Cielo.

Recuerda: “El valor de las cosas y los momentos no está en el tiempo que duran, sino en la intensidad con que se viven. Por eso existen momentos maravillosos, inolvidables, cosas inexplicables y personas incomparables”.


Vivimos en medio de un mundo saturado de palabras, promesas incumplidas y ruido de noticias vacías. Tenemos también la impresión de que nuestra vida cristiana está siempre amenazada por un modo de dirigirnos a Dios tan vacío como la invocación ¡Señor, Señor! que Jesús critica. Pero más allá de todo eso la buena noticia que hoy recibimos es que él es para nosotros suelo seguro y roca firme y que podemos vivir sostenidos por su Palabra y por su amor.