REFLEXIÓN «LA CONTRA». EL DOMINGO Nº 1264. 11 de junio de 2023.
Un hombre de una cierta edad vino a la clínica donde trabajo para curarse una herido en la mano. Tenía bastante prisa, y mientras le curaba le pregunté qué era eso tan urgente que tenía que hacer.
Me dijo que tenía que ir a una residencia de ancianos para desayunar con su mujer que vivía allí. Me contó que llevaba ya allí algún tiempo y tenía Alzheimer muy avanzado.
Mientras acababa de vendar la herida, le pregunté si ella se alarmaría en caso de que llegara tarde esa mañana. No, me dijo. Ella ya no sabe quién soy. Hace ya casi cinco años que no me reconoce.
Entonces, extrañado le pregunté: Si ya no sabe quién es usted, ¿por qué esa necesidad de estar con ella todas las mañanas?
Me sonrió, y dándome una palmadita en la mano, me dijo: Ella no sabe quién soy yo, pero yo todavía sé muy bien quién es ella.