El eco de la vida

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REFLEXIÓN «LA CONTRA». EL DOMINGO Nº 1222. 15 de mayo de 2022.

Paseaban, un padre con su hijo pequeño, por un camino estrecho entre montañas. De repente el niño tropezó y en la caída se hizo daño. ¡Ayyy! Gritó con voz dolorida. Y oyó una voz que le devolvió el mismo grito. El niño preguntó: ¿Quién está ahí? Pero recibió la misma pregunta: ¿Quién está ahí? El pequeño no estaba para bromas después de la caída y gritó de nuevo: ¡Cobarde! Recibió como contestación la misma palabra: ¡Cobarde!

Miró a su padre sorprendido y le preguntó: ¿Qué ocurre? Escucha, hijo, dijo el padre, y gritó a la montaña: ¡Te admiro! Recibió la misma respuesta: ¡Te admiro! Volvió a gritar: ¡Eres un campeón! Y la montaña respondió: ¡Eres un campeón! El niño seguía sin entender, pero él padre volvió a gritar: ¡Estás lleno de éxitos! ¡Estás lleno de éxitos!, oyó que le decían. El niño estaba cada vez más asombrado, pero no entendía nada. El padre le explicó: La gente lo llama ECO, pero en realidad es la vida, te devuelve lo que dices o haces.

Nuestra vida es simplemente un reflejo de nuestras acciones. Si deseas que en el mundo haya más amor, siembra más amor a tu alrededor. Si deseas felicidad, procura que los que te rodean, vivan felices. Si quieres una sonrisa en tu interior, regala una sonrisa a las personas con las que te encuentras cada día. Si actúas así en todos los aspectos de la vida, la vida te devolverá aquello que tú le has dado. Tu vida no es una coincidencia, es un reflejo de ti.

Alguien dijo: Si no te gusta lo que recibes, analiza bien lo que estás dando. Si te encuentras con alguien que te regala una sonrisa, agradécela como un bello ramo de flores, pero piensa: ¡Cuándo, dónde y cómo las sembraste!