La experiencia comunitaria es esencial para que los discípulos de Jesucristo vivamos el auténtico encuentro con el Resucitado. La existencia de la comunidad es la prueba mayor de que Jesús vive. Los primeros encuentros con Cristo resucitado transforman unos corazones tristes y apesadumbrados en personas que “al verlos se llenaron de gran alegría”.
Jesús resucitado vuelve a colocarse en medio de la comunidad a quien les ofrece el saludo de paz, les llena de fuerza con el Espíritu Santo y les envía anunciar a todas las personas y en todos los lugares el mensaje de la Buena Noticia del Evangelio, “Id y anunciad…”.
Nosotros creemos a partir del testimonio de los apóstoles, que se va difundiendo, propagando, cultivando, recordando y trasmitiendo de generación en generación.
La transformación de la vida de los primeros discípulos es la prueba más auténtica de la resurrección. Desde entonces esa vida estuvo marcada por compartir, abriendo el corazón a todos los que forman parte de la comunidad, marcada por la oración y la celebración de la eucaristía.
Cada domingo, nosotros celebramos nuestra Pascua semanal y los cristianos de nuestra parroquia tomamos el testigo y seguimos compartiendo con todos la alegría y la esperanza que brota del Evangelio.
Feliz Pascua para todos. Zorionak!
Vuestro párroco, Fernando Marcos Ayjón.