Nos guste o no, la guerra está en Europa. Y una balumba de noticias copa las páginas de todos los diarios. Mas, no sé en qué cadena, tras el relato de los noticiarios, pude ver esta escena: En la plaza de un pueblo engalanada, un grupo de vecinos y vecinas reciben con pancartas y banderas azules y amarillas a un autobús que llega de muy lejos, trasladando familias, que han tenido que abandonar su tierra por culpa de la guerra. Van bajando los niños y las madres; también algunos viejos con gestos amigables y palabras de afecto, se saludan vecinos y extranjeros. Entre el ir y venir de tanta gente, Dos niñas muy pequeñas se encuentran frente a frente. Una, rubia, con gorrito verde, fatigada, con la mirada triste. La otra niña, morena y sonriente, llevando un gorro azul y otro amarillo, como los demás niños. Sorprendidas, se miran a los ojos; la chiquilla morena ha visto la tristeza en la otra nena; quiere darle cariño, para aliviar su pena; pone el cabo de un globo entre sus dedos y un besito en su cara. El hilo se resbala y el globo de la rubia emprende el vuelo, derechito hacia el cielo; ella lo ve subir, decepcionada... entonces, la morena suelta también su globo, que se eleva veloz detrás del otro... Los miran un momento divertidas y rompen en sonoras risotadas... Ya se sienten amigas; no se dicen palabras, solo risas... Mi viejo corazón adolescente sufre vuestro dolor profundamente pero también aprecia una sonrisa.
Luis Pérez