“ATZEKO HAUSNARKETA”. JAUNAREN EGUNA 1225 zkia. 2022ko ekainaren 5a.
Hoy por hoy está admitido que el conjunto de las capacidades físicas del individuo alcanza su punto más alto de expansión hacia los 20 años. Los científicos colocan el límite de altura de los sonidos audibles que disminuye ya antes de la adolescencia, y que cierta forma de memoria bruta se debilita a partir de los 12 años. Es después de los 30 años cuando se inicia una involución de los órganos. En las sociedades industriales de ayer se daba el retiro a los trabajadores de 75 años; hoy es a los que han cumplido los 65 años. Pero cada vez se admite que la vejez no es cosa meramente biológica o de retiros, sino también algo moral, espiritual. De ahí que ofrezcamos ocho consejos para no envejecer:
- Gozar de una fuerza espiritual, interior, que nos ayude a superar dificultades y resentimientos que, además de ser inútiles, nos pueden dañar y destruir. Aceptar con alegría la propia vejez.
- Estar siempre activos. Procurar tener la mente y el tiempo ocupados. Mantener la curiosidad de saber y las ganas de aprender a ser.
- Preocuparse menos de uno mismo y ocuparse por la suerte de los demás. Es regla fundamental para gozar de buena salud mental.
- Saber acoger, como venidos de la mano de Dios, los pequeños gozos que la vida nos ofrece. Estar abiertos a la bondad, a la belleza y al bien.
- Ahuyentar de nosotros toda actitud “quisquillosa”. Gozar de buena resistencia por lo que se refiere á ironías, críticas y defectos ajenos. Saber encajar es vital.
- Reconocer que cada uno tiene “su” temperamento peculiar. Con “sus” virtudes y defectos. Potenciar las primeras y acogerse a la bondad de Dios con respecto a los segundos.
- Saber desatarse de las cosas y trascenderlo todo a Dios. No preocuparse tanto por el mañana, cuando el mañana, para algunos, es el hoy.
- Que nada ni nadie nos arrebaten la paz interior, que habremos intentado conseguir a lo largo del tiempo, como seguidores de Jesús y obradores de su justicia.