ahora que ha comenzado el curso.
REFLEXIÓN «LA CONTRA». EL DOMINGO Nº 1267. 1 de octubre de 2023.
La clase de la señorita funciona bien. Es la única clase de la pequeña escuela de Montegris. La forman diez alumnos, ni más, ni menos. Seis niños: Sergio, Fernando, Carlos, José, Juan y Alex. Y cuatro niñas: María, Julia, Silvia y Olga. Además, dos palomas, un pez rojo, dos hámsteres y la gata negra, Lula, que siempre quiere beber agua de la pecera.
Ya hace tres cursos que todo este mundillo se mueve alrededor de la señorita Nieves. Últimamente Olga estaba siempre cansada y un día dejó de ir a la escuela. Pasados dos meses, seguía sin ir. La madre de Olga fue a ver a la maestra y a los niños. Les dijo que la niña estaba muy enferma, grave, y que la estaban atendiendo en un gran hospital de la capital. No pueden ir a verla, pero sí escribirle.
Pasan los días y se reciben noticias: Olga no está mejor, pero tampoco empeora. Las tres niñas, los seis niños y la maestra están tristes. Hay que dejar pasar los días y alimentar la esperanza.
Pasan semanas y meses. Parece que Olga está peor, pero su pupitre continua vacío.
Por fin, un buen día por la mañana, el cartero ha traído una carta para la maestra. En ella, la madre de Olga explica que la niña mejora, que pronto volverán al pueblo y que el médico está de acuerdo en que Olga vuelva a la escuela, pero… a Olga se le ha caído todo el pelo, su lindo cabello rizado de tonos cobrizos, como si el sol se encendiera en él. Por ello, Olga no quiere volver a la escuela.
Los seis niños y las tres niñas se han quedado muy preocupados. Al pequeño Carlos se le escapan las lágrimas. Pero la maestra decide: – Vamos a escribir a Olga. Vamos a decirle que la queremos, que la necesitamos, que debe volver pronto. Escriben el borrador de la carta y Julia la pone en limpio, porque es la que tiene mejor letra.
Querida Olga:
Estás curada y te esperamos. Nadie va a reírse de ti, porque no tengas pelo. Además, seguro que te volverá a crecer y será mucho más bonito que antes. Estamos preparando una sorpresa cada uno para cuando vengas. Vuelve Olga que ya estás bien, no tardes.
Te mandamos muchos besos.
Todos firman la carta, la señorita Nieves también; ponen la carta en un sobre y la mandan por correo.
Todos esperan. Un lunes por la mañana Olga vuelve a la escuela, con cierto temor, algo pálida y un gracioso gorro de lana cubriéndole la cabeza. Es el momento de las sorpresas. Cada uno ofrece a Olga el obsequio que ha preparado. Sergio, un barquito de madera. María, un collar de bolas de colorines. Fernando, una pequeña tortuga. Julia, un dibujo enmarcado que representa a Olga. José, su pala de ping-pong preferida. Alex, un móvil de mariposas de papel. Silvia, un ramillete de flores silvestres. Juan, una pelota decorada con estrellas de papel plateado.
¿Y Carlos? Carlos no está. Nadie le ha visto. Empiezan a llamarlo: -Carlos, ¡Carlos! De repente se abre la puerta del armario de los utensilios de limpieza y aparece Carlos, sonriente, con la cabeza rapada como una bola.
– ¿Por qué te has pelado, Carlos?
– Es mi sorpresa. He ido con mi madre al barbero y he pedido que me pelara para parecerme a Olga. A partir de hoy, haremos una carrera. A ver a quién de los dos le crece el pelo más rápido.
En aquel momento Olga se puso a reír, se quitó el gorro de lana de la cabeza y fue a sentarse en su pupitre.
MORALEJA: “Enseñanza provechosa que se deduce de un cuento”. En este caso, sácala tú y aplícala a tu situación.
UNAS PREGUNTAS PARA PASAR EL RATO, ENTENDER EL CUENTO Y DARLE UN SENTIDO
- ¿Qué produce sufrimiento a la madre de Olga?
- ¿Qué preocupa a la maestra? ¿Y a los niños?
- ¿Por qué Olga no quiere volver a la escuela?
- ¿Qué le hace sufrir?
- ¿Por qué le escriben una carta?
- ¿Por qué prepara cada uno un obsequio?¿En qué se diferencia el obsequio de Carlos del de los otros?