Azkenean maitasunez aztertuko gaituzte

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“ATZEKO HAUSNARKETA”. JAUNAREN EGUNA 1277 zkia. 2023ko abenduaren 10a.

Se encontraba una familia pasando el día en la playa. Los niños estaban haciendo castillos de arena junto al agua cuando, a lo lejos, apareció una anciana con sus canosos cabellos al viento y sus vestidos sucios y rotos, que decía algo entre dientes mientras recogía cosas del suelo y las introducía en una bolsa.

Los padres llamaron a los niños y les dijeron que no se acercara a la anciana. Cuando esta pasó junto a ellos, inclinándose una y otra vez para recoger cosas del suelo, dirigió una sonrisa a la familia. Pero no le devolvieron el saludo.

Muchas semanas más tarde supieron que la anciana llevaba toda su vida limpiando la playa de cristales para que los niños no se hirieran los pies.

Otro testimonio de amor

Una niña estaba muriendo de una enfermedad de la que su hermano, de dieciocho años, había logrado recuperarse tiempo atrás. El médico dijo al muchacho: “Sólo una transfusión de tu sangre puede salvar la vida de tu hermana. ¿Estas dispuesto a dársela?”.

Los ojos del muchacho reflejaron verdadero pavor. Dudó por unos instantes, y finalmente dijo: “De acuerdo, doctor; lo haré”. Una hora después de realizada la transfusión, el muchacho preguntó indeciso: “Dígame, doctor, ¿cuándo voy a morir?”.

Solo entonces comprendió el doctor el terrible miedo que había detectado en los ojos del muchacho: creía que, al dar su sangre, iba también a dar la vida por su hermana.

Tuve hambre y me disteis de comer…